Hoy se ha escrito una página de la historia universal de la infamia. Los 60 antidisturbios han retirado una por una a las aproximadamente 200 personas que pretendían impedir pacificamente que las máquinas siguieran trabajando. Mucha gente, mujeres, ancianos , no han podido reprimir las lágrimas y han llorado de impotencia y desesperación. Sin embargo, para los medios de "formación" de masas no es noticia que un pueblo entero quiera seguir conservando íntegro su río, también se han desactivado todas las estaciones de cobertura de telefonía móvil. Tienen orden de no sacar nada y que no se sepa nada.
Muchos de los defensores del río han empezado a recibir notificaciones de denuncias por participar en reuniones no autorizadas sancionadas con multas de 3.000 euros. En la ofensiva para desactivar la defensa legítima del río, el estado utiliza todos los medios que les permite el monopolio de la violencia y su primer paso es convertir el pueblo de Cortes en una zona ocupada y en estado casi de excepción. El que quiera comprobar la calidad de nuestra democracia que venga a Cortes y lo valore por sí mismo.
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