Sin haberse aclarado los procesos de expropiación las máquinas están entrando en fincas y cortando la arboleda sin comunicación a los propietarios. El pueblo se ha enfrentado a las máquinas para detener este atropello indigno de un país que se llama democrático. El Decreto en que se amparan estas obras, llamadas de emergencia, ha sido declarado nulo de pleno derecho por sentencia del Tribunal Supremo.
Se pide agua para casi cien mil personas cuando sólo hay que abastecer a una población de 34.000 habitantes. Y además cuentan con el agua que ya tienen ahora.
Si hace falta agua para consumo, -lo que deberían de demostrar- muy cerca tienen una tubería que lleva agua hasta el Almanzora para riego y consumo.Es baratísimo poner una conexión y la infraestructura ya está hecha.
Es una barbaridad ambiental, social y económica traer agua desde 40 km cuando la tienen al lado y a muy poco coste. Va a arrasar las vegas de Cortes de Baza, fuente de vida de su población, en una obra ilegal e inútil. Por eso la gente de Cortes de Río no está dispuesta a permitir que le tomen el pelo, conscientes de la ilegalidad de las obras y de las expropiaciones y del daño que va a sufrir su pueblo y su economía, y va a resistir hasta que retorne la cordura a la administración y elija -si son tan necesarias las aguas- otras alternativas menos dañinas y mucho más económicas.